Las 4A de la inteligencia artificial: la fórmula para implementarla en las empresas
La inteligencia artificial se ha consolidado como una de las tecnologías más revolucionarias de las últimas décadas. Su influencia está transformando profundamente la manera en que interactuamos con la tecnología y redefiniendo múltiples aspectos de nuestra vida diaria, con un impacto especialmente notable en el ámbito laboral.
Las innovaciones tecnológicas de los últimos años han sentado las bases para dar lugar a la aplicación práctica de la IA, que se integrará cada vez más en las actividades cotidianas y potenciará la productividad en las organizaciones. Ahora, las empresas y sus profesionales tienen la posibilidad de capitalizar estos avances y adoptarla de manera efectiva, impulsando el rendimiento individual y optimizando la capacidad de la organización, desde los procesos de cómputo cotidianos hasta la gestión avanzada de los centros de datos. El potencial de la IA es enorme y pronto será evidente en múltiples áreas.
Las empresas regionales reconocen la importancia de incorporar la inteligencia artificial en sus operaciones: de acuerdo con la encuesta PyMEs 2025 de Microsoft, el 54% de las PyMEs en las Américas usa IA. Sin embargo, el desafío ahora es comenzar a implementarla de forma integral. Nicolás Cánovas, Director General de AMD para Latinoamérica comenta al respecto: “si bien cada empresa enfrenta diferentes realidades, podemos trazar un camino claro hacia la implementación de la IA en el negocio a partir de 4 etapas, a las que me gusta llamar ‘Las 4A de la IA’: Asistencia, Acción, Automatización y Autonomía de los procesos”.
La Asistencia es la etapa inicial de adopción de la IA, donde las organizaciones podrían comenzar a implementar esta tecnología en procesos de interacción directa con el usuario. Un ejemplo común son los chatbots, que pueden resolver consultas relacionadas con gestiones internas, soporte técnico, información sobre beneficios, estado de solicitudes, políticas de la empresa, entre muchas otras. La segunda fase nos lleva hacia la Acción, es decir, es cuando la tecnología comienza a sugerir o ejecutar determinadas tareas, como puede ser la programación de una reunión o el seguimiento de tareas pendientes. Con un uso más profundo de la IA, llega el momento de la Automatización, donde la función de la tecnología está asociada a sistematizar procesos de principio a fin. Un ejemplo de esto es la generación de resúmenes a partir de documentos o videoconferencias, optimizando el tiempo dedicado a tareas administrativas. El cuarto paso es el de la Autonomía, que corresponde al estadio en el que la inteligencia artificial ya está preparada para tomar decisiones a partir de ciertos parámetros, sin necesidad de supervisión.
El 2025 se perfila como un año bisagra en la adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas que descubrirán en esta tecnología una aliada para diferentes necesidades. “Desde herramientas que potencian la productividad de los profesionales al usar una PC o notebook, hasta soluciones que optimizan servidores y centros de datos, la IA está transformando cada aspecto del ecosistema empresarial” comenta Cánovas. “En AMD nos encontramos en una posición privilegiada para liderar en soluciones de IA, con un amplio portafolio para captar las oportunidades de esta tecnología, desde la computación de alto rendimiento hasta el poder de procesamiento en el Edge y en grandes centros de datos” afirma.
La inteligencia artificial está redefiniendo el entorno laboral, aportando beneficios tangibles y soluciones adaptadas a diversas necesidades y aplicaciones. Las empresas no solo tienen la oportunidad, sino también la responsabilidad, de actuar ahora para desbloquear todo el potencial que esta tecnología puede ofrecer.